Mare Nubium, el mar de las nubes

Por Eduardo Horacek

El Mare Nubium se ubica al sudeste del Oceanus Procellarum y se encuentra en la Cuenca Nubium de la cara visible de la Luna. 

Posee un diámetro de 750 km y su nombre oficial, desde 1935,  quiere decir “Mar de las Nubes” y deriva de las primeras observaciones telescópicas realizadas por el astrónomo jesuita Giovanni Riccioli en 1651. 

La gran cantidad de cráteres fantasmales y de materiales brillantes de eyección que se entrecruzan en la cuenca, dio lugar a la idea de nubes lunares, las cuales no existen, obviamente. No obstante fue bautizado con otros nombres; así hacia el año 1600, en un dibujo pre-telescópico del inglés William Gilbert aparece como “Continens Meridionalis” (Continente Austral); Langrenus lo nombró “Mare Borbonicum” y Hevelius lo llamó “Mare Mediterraneum”.


Existe clara evidencia de que la cuenca no se formó por un gran impacto único

La cuenca actual es una de las más antiguas, se cree que pertenece al sistema Pre-Nectariano (~4500 – 3900 millones de años), siendo el material que rodea a la cuenca del periodo Imbrico Inferior. Sin embargo, existe clara evidencia de que la cuenca no se formó por un gran impacto único. 

Naturaleza de Mare Nubium

Su presente morfología parece ser consecuencia de un número de colisiones importantes. Rodeada por el Mare Humorum hacia el este y por el Mare Cognitum en su límite norte, esta cuenca posee una gran diversidad morfológica y estructural que incluye unidades tanto máficas como volcánicas, parches recientes (IMP, Irregular Mare Patches), fallas (Rupes Recta), canales, crestas rugosas y cráteres complejos.

De acuerdo a los datos de misión Chandrayaan-1 (22/10/2008-28/08/2009) de la ISRO (Indian Space Research Organization), las observaciones morfológicas y la presencia de varios rasgos estructurales sugieren el rol de procesos geodinámicos de origen tanto exógeno como endógeno en la evolución de la cuenca.



Observación de Mare Nubium

Mare Nubium es observable 1 día después del Cuarto Creciente o Cuarto Menguante empleando binoculares de 7X50 o 10x50, y con telescopios de pequeñas aperturas ya comenzaran a apreciarse las estructuras que lo componen.

Oeste de Mare Nubium

El cráter situado en la orilla oeste del mare es Bullialdus, su formación data del periodo Eratosteniano (hace 3,2 - 1,1 millones de años) lo que significa que el cráter es más joven que el mare en el cual se sitúa. Bullialdus tiene un diámetro de 61 Km y una profundidad de 3500 metros; es una formación muy interesante con paredes internas aterrazadas y una importante montaña central de casi 1 Km de altura.

Sur de Mare Nubium

El cráter que se encuentra en el borde sur de Mare Nubium es Pitatus. La pared compleja de Pitatus está altamente deteriorada, y ha sido invadida por los flujos de lava. El borde es más bajo en el norte, donde la lava casi se junta con el Mare Nubium. 

Cerca del medio hay un pico central bajo que se encuentra corrido hacia el noroeste del centro. Este pico solo se eleva a una altura de 0,5 km. Pitatus es un cráter de piso fracturado (floor-fractured cráter, FFC, en inglés), lo que significa que se inundó desde el interior por la intrusión de magma a través de rajaduras y aperturas. El piso inundado del cráter contiene colinas bajas en el este y un sistema de fisuras delgadas denominadas Rimae Pitatus. 


Este del Mare Nubium

Rupes Recta, nombrada así por Birt / Lee en 1865 y conocida también como la Pared Recta, es una falla localizada en el borde Este del Mare Nubium, geológicamente hablando es una fractura en la superficie producida por el hundimiento de un bloque en uno de los lados de la falla, de una edad estimada de 3.2 millones de años. Es una formación excepcional de unos 110 Km de longitud y altura estimada en 300 metros.

En la primera fotografía también se puede observar el domo Kies Pi  y, aunque no visibles, también existen los domos en los alrededores del cráter Birt (ya muy iluminado), y los domos en el interior del cráter Capuanus (parcialmente oscurecido por el terminador). 

Los domos lunares

A diferencia de los paisajes característicos de la Luna que fueron creados por impactos, los domos lunares se formaron como resultado del propio vulcanismo interno lunar. Un domo lunar típico mide entre 8 y 12 km de diámetro con un pico o caldera de unos 300 metros de altura, sus pendientes son muy suaves de solo unos pocos grados como mucho. Su observación requiere de una iluminación solar muy baja y buenas condiciones atmosféricas. En la segunda fotografía obtenida con un terminador un poco más al oeste y con una atmósfera más propicia estas estructuras se ponen mejor de manifiesto.

En la parte inferior derecha de la primera fotografía (y sobre el lado izquierdo en la segunda captura) se puede ver el Mare Cognitum y la región del cráter Fra Mauro, donde el 5 de febrero de 1971 alunizó el módulo lunar Antares de la misión Apollo 14. 


Mare Cognitum “el mar que se ha dado a conocer

Posee un diámetro de 376 Km y está situado en el  límite norte del Mare Nubium. Los Montes Riphaeus al noroeste de la región pueden representar la parte del borde superior de un cráter enorme enterrado, conteniendo el mare.

“El mar que se ha dado a conocer”, gracias al sitio de impacto de la sonda Ranger 7, fue el nombre propuesto por Gerard Kuiper (sí, el mismo que el del cinturón de asteroides transneptunianos) quien era Investigador Principal de las misiones Ranger.

A principios de 1960 la NASA envió la serie de sondas Ranger para estudiar la Luna. Estas misiones, que fueron las primeras sondas americanas en descender sobre la Luna, ayudaron a sentar las bases del programa Apollo. Las sondas Ranger fueron diseñadas para tomar fotografías de alta calidad de la Luna y transmitirlas a la Tierra en tiempo real. Las imágenes fueron utilizadas para estudios científicos como así también para seleccionar los sitios de alunizaje de las futuras misiones Apollo.

Luego de una serie frustrante de malfuncionamientos (eran los tempranos días de la exploración espacial), las misiones Ranger 7,8 y 9 fueron exitosas. Las imágenes que enviaron de vuelta fueron 1000 veces mejores que las que podrían ser hechas por telescopios terrestres. Al norte del sitio de impacto de la Ranger 7 se encuentran dos colinas, Bonpland Gamma y Bonpland Omega que pueden verse en las fotografías y que resultan útiles como referencia del sector donde terminó su viaje la Ranger 7.


Mare Imbrium, una cuenca de impacto llena de basalto

 Por Eduardo Horacek

La Cuenca Imbrium- Mare Imbrium tiene un diámetro de 1200 Km y es la cuenca de impacto más grande sobre la cara visible de la Luna; solo superada en tamaño por la Cuenca Aitken del Polo Sur, en la cara no visible, que es el doble de grande. Los estudios realizados con las muestras recogidas por la Apolo 15 estiman su edad en 3850 millones de años. 


Sus rasgos más importantes comienzan a develarse con binoculares 7x50 , y con pequeños telescopios, mostrará una creciente cantidad de rasgos topográficos

Luego de su formación, durante el periodo entre 3700-3200 millones de años antes del presente, el cráter de impacto fue rellenado por la lava procedente del magma interior lunar, de modo que el cráter original fue cubierto por un vasto mar de basalto, que al enfriarse, adoptó el color oscuro con que lo vemos actualmente.

La primera descripción que definía el origen de la cuenca del Mare Imbrium como un cráter de impacto la realizaron W. Hartmann y G. Kuiper en 1962; más recientemente en 2016, un estudio realizado por Peter H. Schultz-David A. Crawford (Origin and implications of non-radial Imbrium Sculpture on the Moon; Nature, Vol.535, 21/07/2016) estima que el impactador que creó la Cuenca Imbrium debió tener un tamaño de al menos 250 Km, lo que lo ubica en el rango de tamaño de un protoplaneta. 
Esta violenta colisión ocurrió en una época del Sistema Solar conocida como Bombardeo Pesado Tardío, un período de intenso bombardeo de cometas y asteroides que han golpeado la Luna y todos los planetas, incluyendo la Tierra, hace 4000-3800 millones de años. 
Para dimensionar la violencia del impacto y, a modo de comparación, el cráter de Chicxulub, de unos 150 Km, en la Península de Yucatán, México, fue provocado por un asteroide de 10-15 Km y fue el responsable de la desaparición de los dinosaurios hace unos 66 millones de años. 



La superficie de la Cuenca Imbrium es de casi 900000 Km2, esto representa la superficie conjunta de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Mendoza; es decir 1/3 de la superficie de la Argentina


Los nombres de los accidentes selenitas

Como ha sucedido con casi todos los accidentes lunares, esta región lunar ha sido nombrada de diferentes maneras según el observador que la registraba. Hacia el año 1600, era pre-telescópica, unos dibujos de William Gilbert la nombran como Regio Magna Orientalis (Región Grande del Este; en aquella época el este y oeste se consideraban al revés que en la actualidad, el cambio fue aprobado por la UAI en 1961). 
Medio siglo después, ya con telescopio, en 1647, un mapa de Johannes Hevelius designa esta región como Mare Mediterraneum, y en un mapa de Langrenus de 1645 como Mare Austriacum. 
En 1651 el jesuita italiano Giovanni Riccioli publicó su propio mapa lunar nombrando los accidentes en honor a científicos y otras personas famosas. 

Los nombres usados por Riccioli no solamente eran más fáciles de recordar sino que su sistema de nomenclatura implicaba la promesa para astrónomos y otros científicos de que sus nombres pudieran algún día asociarse a una estructura lunar. 
Por unos 140 años, los sistemas cartográficos de Hevelius y Riccioli compitieron uno con otro. Gradualmente el sistema de Riccioli se impuso y actualmente los nombres de la gran mayoría de los accidentes lunares más importantes de la cara visible de la Luna se deben a este monje jesuita. Riccioli bautizó a esta región Mare Imbrium que en latín significa Mar de las Lluvias y la Unión Astronómica Internacional (UAI) aprobó este nombre de manera oficial el 01/01/1935.

Observación de Mare Imbrium

Distinguible a simple vista, esta interesante formación puede observarse a partir del día anterior al cuarto creciente (o 7 días después de la Luna Nueva) demorando unos 4 días en verse en toda su extensión. Sus rasgos más importantes comienzan a develarse con binoculares 7x50 o 10x50, y el empleo de telescopios, aun los más modestos, mostrará una creciente cantidad de rasgos topográficos. 



La imagen que se muestra fue tomada el viernes 3 de abril de 2020, con una Luna de 10,6 días y 77% iluminada


Como se aprecia en la imagen los cordones montañosos definen la mayoría de la morfología circular de la cuenca;  en el S-SE se elevan los Montes Apeninos con picos de hasta 5400 metros por encima del radio lunar medio. 
Más al norte y extendiéndose por unos 200 km con picos de 3650 metros, los Montes Caucasos delinean el borde entre el Mare Imbrium y el Mare Serenitatis en el este. Continuando en sentido antihorario, nos encontramos con otra cadena de montañas: los Montes Alpes. El llenado progresivo de la cuenca y el cavado del gran cráter Cassini dieron lugar a la formación de los promontorios Deville y Agassiz. El Vallis Alpes (Valle Alpino), un valle casi rectilíneo de 130 km de longitud y 10 km de ancho, interrumpe la cordillera y representa un túnel de lava que conecta la Cuenca Imbrium con el Mare Frigoris en el norte.
Hacia el oeste, nos encontramos con una cadena montañosa semicircular, los Montes Jura, con picos de 3800 metros y alguno excepcional que alcanza casi los 5000 metros. Estos montes delinean una fascinante estructura circular secundaria a la que le falta su anillo sudeste: el Sinus Iridium (Bahía del Arco Iris). 
Este cráter de 260 km fue excavado poco después de la formación de la cuenca Imbrium. Posteriormente, la recientemente formada depresión circular, 600 metros por debajo de la topografía circundante, fue rellenada por numerosos flujos de lava. Los promontorios Laplace y Heraclides son los extremos de esta cadena montañosa semicircular.

Los Montes Gruithuisen Gamma y Delta revelan hoy un vasto tramo del Mar conectando la Cuenca Imbrium con el Oceanus Procelllarum. La Dorsa Bucher y la Dorsa Arduino, junto con los Montes Delisle, Harbinger y Vinogradov representan los remanentes de la sección perdida del anillo del cráter. (Algunas de estas formaciones son visibles en la imagen pero otras están un poco al oeste del terminador y permanecían en la oscuridad al momento de obtener la fotografía)

El anillo circular proyectado reemerge en la forma de una cadena montañosa de 280 km de longitud: los Montes Cárpatos. Están caracterizados por picos de alrededor de 2400 metros, los cráteres Tobías Mayer (34 km) y Gay Lussac (27 km), y en el norte, el promontorio Cabo Banat.

Dentro de la cuenca se encuentran también pequeñas cadenas montañosas, por ejemplo en el norte los Montes Recti (altitud: 1800 m) y los Montes Teneriffe (altitud: 1450m) y en el este los Montes Spitzbergen (altitud: 1400m).
El Monte Pico y el Monte Piton, ambos de más de 2200 metros de altura, son dos montañas aisladas que se elevan en el noreste.

Junto con el Sinus Iridium, la región fotografiada nos muestra muchos otros cráteres grandes. La región sur del Mare Imbrium esta tapizada por lo brillantes rayos de eyección del cráter Copérnico (93 Km), los cuales se pueden detectar hasta casi el centro de la cuenca.

Eratóstenes (60Km) está localizado justo al sur de los Montes Apeninos, cerca del Sinus Aestuum, y está caracterizado por un elevado borde del cráter de 3900 metros y no mostrar rayos de eyección.
Arquímedes y Platón son dos cráteres de piso plano, rellenados por los materiales magmáticos del Mare Imbrium y de edad y dimensiones comparables (aprox.100 Km de diámetro y 2000 metros de altura). Aristillus y Autolycus son dos cráteres importantes que se encuentran en el Este de la cuenca, estando el primero caracterizado por un sistema de valles que radian hacia el Mare Imbrium y el Palus Nebularum. 
Otros cráteres importantes dentro del Mare Imbrium son  Cassini (57 km)Timocharis (35 km)Lambert (30 km)Euler (28 km)Delisle (25 km)Diophantus (18 km)Le Verrier (20 km), todos ellos con una altitud de alrededor de 2400 metros.

En la imagen se señalan, en forma aproximada, la región de alunizaje de 3 sondas (2 soviéticas y una china) y una misión tripulada (misión Apolo 15 de la NASA).

Para ver la imagen en tamaño grande haga clic sobre la imagen


MAPA LUNAR
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La coloración de la Luna

Por Esteban J. Andrada

La tradición de asignar nombres a las lunas llenas a lo largo del año ha enriquecido la cultura en general, pero también ha generado cierta confusión. 

Un ejemplo de ello es la denominada Luna Rosa, que ha llevado a muchos a preguntarse si nuestro satélite natural adquiere realmente una tonalidad rosada. Tiene su origen en las culturas indígenas de América del Norte, quienes asociaban la primera luna llena de la primavera con el florecimiento de las flores silvestres Phlox, de color rosa. Esta conexión entre la naturaleza y los eventos celestes era fundamental en sus calendarios y creencias.

También es muy como escuchar el término "luna azul" de vez en cuando. Simplemente es un termino cultural, no de origen científico. Se refiere a la segunda luna llena en un mismo mes calendario, en ocasiones, la Luna puede adquirir un tono ligeramente azulado debido a la presencia de partículas de humo o ceniza volcánica en la atmósfera.

¿Por qué la Luna no se vuelve rosa?

A pesar de su nombre poético, la Luna Rosa no experimenta ningún cambio en su coloración. El término rosa es simplemente una designación cultural, sin base científica. La apariencia de la Luna, generalmente blanca o grisácea, tiene una coloración que está condicionada por la cantidad de luz solar que refleja y de las condiciones atmosféricas de la Tierra.

Durante un eclipse total de Luna, la Tierra proyecta una sombra sobre nuestro satélite. Sin embargo, esta sombra no es completamente oscura, sino que adquiere un tono rojizo. Esta interacción entre la luz solar, la atmósfera terrestre y la superficie lunar se puede observar durante la "totalidad" del eclipse


¿Cuándo la Luna puede parecer de otro color?

Si bien la Luna no cambia de color, existen algunas circunstancias atmosféricas que pueden hacer que se vea más rojiza o anaranjada.

  • Eclipse total de Luna: Durante eclipses lunares totales, la atmósfera terrestre filtra la luz solar, permitiendo que solo las longitudes de onda más largas (rojas) alcancen la Luna.
  • Humo y polvo en suspensión: La contaminación atmosférica, el humo o las partículas de polvo en suspensión pueden dispersar la luz azul, haciendo que la Luna se vea anaranjada rojiza, o amarronada.

Como podemos ver, los factores atmosféricos influyen en gran medida. La dispersión de la luz por partículas en la atmósfera, y el polvo, humo o gotas de agua pueden hacer que la Luna se vea más rojiza, anaranjada o incluso azulada, dependiendo de la longitud de onda de la luz que se disperse. Pero ese no es el único motivo. 

La altura de la Luna en el cielo

Cuando la Luna está cerca del horizonte, su luz atraviesa una mayor cantidad de atmósfera terrestre. Esta capa de aire actúa como un prisma, dispersando la luz azul y dejando pasar principalmente las longitudes de onda más largas (rojo, naranja y amarillo). Esto hace que la Luna se vea más rojiza o anaranjada, especialmente durante el amanecer o el atardecer. 

A medida que la Luna asciende en el cielo y se acerca al cenit (el punto más alto), su luz atraviesa una menor cantidad de atmósfera. Por lo tanto, la dispersión de la luz es menor y la Luna se ve más blanca o grisácea. Son un claro ejemplo de cómo la atmósfera terrestre puede cambiar drásticamente el color de la Luna, tiñéndola de un intenso rojo cobrizo.

Por último, la percepción del color también puede variar de una persona a otra y depender de las condiciones de observación, como la contaminación lumínica o la adaptación de nuestros ojos a la oscuridad.

Breve guía para buscar una Luna colorida

La Luna tiene una superficie grisácea, pero la percepción de su color desde la Tierra varía debido a la interacción de la luz solar con nuestra atmósfera. Existen tres momentos dados en donde la Luna cambia de color. No tiene ningún origen místico. En realidad, el secreto se encuentra en la luz y no en la superficie lunar.


El cráter Copérnico y sus alrededores

Por Eduardo Horacek

El área lunar que comentaremos a continuación ha sido objeto de intenso estudio incluso desde la era pre-Apolo, gracias a la confluencia de múltiples estratos geológicos. El estudio de la estratigrafía lunar es crucial para comprender la cronología de las formaciones que observamos. Las misiones Apolo, de hecho, fueron estratégicamente dirigidas a sitios específicos con el fin de obtener rocas y material geológico que esclarecieran su edad y composición.

El sector lunar que se detalla es una región muy interesante y estudiada desde la época pre-Apolo debido a que en ella coinciden varios estratos geológicos. El estudio de la estratigrafía lunar nos permite conocer, entre otras cosas, la edad en la tuvieron su origen las formaciones que observamos y, de hecho, las misiones Apollo fueron enviadas a localizaciones predeterminadas con el objetivo de recoger rocas y material geológico que permitieran dilucidar su edad y composición. 

En la foto referenciada está indicado en forma aproximada el lugar de alunizaje de las misiones Apolo 12 y Apolo 14 (la malograda misión Apolo 13 tenía como punto de alunizaje un sitio cercano al de la Apolo 14)


Esta sección lunar muestra en su región norte (abajo-izquierda) parte de la Cuenca Imbrium cuya formación y desarrollo da cuenta del Periodo Imbrico que tuvo lugar hace 3850 millones de años y 3200 millones de años; su límite sur y sudeste muestra dos formaciones montañosas los Montes Cárpatos y los Montes Apeninos. 

En el centro de la imagen coexisten superpuestos varios estratos geológicos, los más importantes están representados por dos cráteres que le dan su nombre a los periodos: Eratóstenes (Periodo Eratosteniano hace 3200 millones de años -1100 millones de años) y Copérnico (Periodo Copernicano hace 1100 millones de años hasta el presente). Al sur Mare Cognitum pertenece al periodo Imbrico, mientras que el Mare Insularum y el Sinus Aestuum son aún más antiguos  

El cráter Copérnico 

Es una formación “joven”, 800 millones de años, de forma hexagonal. Su posición central y aislada lo destaca de su entorno inmediato transformándolo en uno de los accidentes lunares favoritos de la observación. Sus brillantes rayos de eyección se distribuyen radialmente hasta distancias superiores a los 500 Km, adentrándose bien en Mare Imbrium al norte. Sus laderas son muy escarpadas y tortuosas elevándose 900m sobre el nivel del Mare Insularum y sobre las que se apoyan los cráteres Fauth al sur y Gay Lussac al norte.

Observación de Copérnico 

Puede observarse a partir de 2 días después del primer Cuarto empleando binoculares y telescopios de pequeña apertura. Tiene un diámetro de 93 Km y unos 3,6 Km de profundidad; acantilados de 900 m, y pueden observarse deslizamientos en sus laderas interiores. Los picos centrales forman un pequeño macizo montañosos de 1200 m de altitud y unos 15 Km de longitud.  

El hombre detrás del nombre

Fue nombrado en honor al astrónomo polaco del siglo XVI Nicolás Copérnico (1473 - 1543) autor de la obra “De revolutionibus orbium coelestium” en 1543, en la que presentaba un sistema heliocéntrico, en donde la Tierra y los planetas giraban alrededor del Sol, abriendo el camino al cambio del paradigma Aristotélico. 

Su nombre fue propuesto por el astrónomo jesuita italiano Giovanni Riccioli en 1651 en su Almagestum Novum continuando su vigencia hasta nuestros días. Sin embargo otros reconocidos astrónomos contemporáneos de Riccioli le dieron otros nombres que no perduraron en el tiempo; así en 1630 Gassendi lo llamó Carthusia; Langrenus en 1645 lo denominó Philippi IV y; Johannes Hevelius en 1647 nombró al cráter Mons Aetna y a su manto de eyección más brillante Insula Sicilia.

A unos 200 Km al ENE de Copérnico encontramos el cráter Eratóstenes, otra magnifica formación circular situada en el extremo sur de los Montes Apeninos. Tiene un diámetro de 60 Km y una altura de 3570m; sus paredes son muy altas con terrazas y su suelo es plano y no tan extenso como el de Copérnico. En su centro puede observarse una montaña con varias cumbres. Este cráter es observable 1 día después del Cuarto Creciente con telescopios de pequeña apertura. No se observan rayos brillantes puesto que están cubiertos por el material eyectado de su vecino Copérnico. Precisamente esta observación es muy importante a la hora de precisar una escala de  tiempo; Eratóstenes es más antiguo que Copérnico. Ninguna misión recogió muestras lunares cercanas al cráter Eratóstenes para datarlas adecuadamente, por lo que su origen solo podemos ubicarlo en algún momento del amplio periodo Eratosteniano.

Nuevamente fue Riccioli en 1651 quien le dio el nombre, actualmente vigente, en honor al matemático y filósofo griego Eratóstenes de Cirene (276AC-194 AC) quien fuera Director de la Biblioteca de Alejandría y quien realizara la primera medida de la circunferencia de la Tierra usando la sombra de una vara proyectada por el Sol y trigonometría elemental. Al igual que lo comentado para Copérnico, los mapas confeccionados por los otros astrónomos de la época mostraban otros nombres para este cráter; Langrenus lo denominó Haro y Hevelius Insula Vulcania.


Geología lunar

Los cráteres de impacto son producidos por la colisión de un meteorito o cometa con la superficie de la Luna, lo que provoca la eyección de material dando lugar a la formación de un cráter. Los cráteres lunares pequeños, de menos de 15 km de diámetro, tienen una morfología en forma de tazón, o cuenco, relativamente simple. Los cráteres más grandes tienen formas más complejas incluyendo pisos planos, picos centrales, terrazas, y bloques de asentamiento a lo largo del interior del borde del cráter.



El cráter Copérnico jugo un rol clave cuando los primeros geólogos lunares, Gene Shoemaker y Robert Hackman, develaron la estratigrafía básica de la Luna hace 50 años. La estratigrafía es la ciencia que determina las edades relativas de los materiales geológicos por observación de las relaciones superpuestas entre las diferentes unidades geológicas. ¿Qué es una unidad? En el caso de la Luna, las unidades geológicas más básicas incluyen las eyecciones de los cráteres, los mares basálticos, ceniza volcánica, y la antigua corteza de las tierras altas. 

El Dr. Shoemaker y sus colegas notaron que los rayos de diferentes cráteres exhibían albedos que iban desde los muy brillantes (cráter Aristarco) hasta los apenas visibles (cráter Copérnico). Correctamente infirieron que los rayos se desvanecían con el tiempo como consecuencia de los impactos de micrometeoritos y a la exposición de los efectos implacables del viento solar, procesos a menudo referidos como “efectos del clima espacial” (“space weathering”). Al trazar el camino de los rayos, las edades de muchas unidades pueden ser fácilmente determinadas.

Justo al Este del cráter Copérnico puede verse a Eratóstenes (60 Km), otro cráter clave de la historia estratigráfica lunar revelada por Shoemaker y sus colegas. Estos dos cráteres vecinos se ven muy parecidos en cuanto al buen estado de sus características morfológicas (bordes, paredes y pico central), sin embargo Eratóstenes no muestra rayos ya que estos han sido completamente borrados incorporando su material a la superficie de fondo. El hecho de que Eratóstenes no posea rayos muestra que es más antiguo que Copérnico, aunque no tanto puesto que mantiene una forma bien definida y poco desgastada. Así que Eratóstenes es, en la escala lunar de tiempo, un cráter de “edad mediana”. 

Cuando la escala temporal de la Luna fue descifrada los científicos no tenían muestras lunares para determinar con exactitud las edades absolutas de las unidades geológicas que identificaron.

Más tarde, las muestras recolectadas por los astronautas de la misión Apolo 12 y consideradas ser material de eyección de Copérnico, fueron datadas radiométricamente en unos 800 millones de años. Para los estándares terrestres 800 millones de años es ciertamente una edad muy antigua pero representa una joven edad para la Luna. No se poseen muestras provenientes de Eratóstenes por lo que su edad absoluta solo se puede inferir del conteo de los pequeños cráteres que se han formado sobre sus eyecciones y en su interior. A la fecha nuestro conocimiento de las edades de las unidades Copernicanas y Eratostenianas están pobremente establecidas. La obtención de muestras de áreas clave dentro de estos dos periodos es de alta importancia entre los científicos lunares.

A medida que los científicos aprendían más de la Luna por los datos aportados por los programas Lunar Orbiter (5 misiones, lanzadas entre el 10 de agosto de 1966 y el 1 de agosto de 1967) y Apollo (1961-1972), la escala de tiempo lunar se fue refinando. No obstante el trabajo de Shoemaker y Hackman aún continúa representando nuestro conocimiento básico de la estratigrafía lunar. Ciertamente los resultados del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) y de tres misiones internacionales (SELENE/Kaguya, Chang’e-1, and Chandrayaan-1) generarán varias oportunidades para revisar las ideas del pasado.

Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), lanzamiento: 18 de junio de 2009; Estado: Activa Agencia: NASA (https://lunar.gsfc.nasa.gov/)

SELENE/Kaguya, lanzamiento: 14-09-2007, Estado: Finalizada; impacto controlado en la superficie lunar el 10 de junio de 2009, duró 1 año y 8 meses. Agencia: JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa)

Chang’e-1,  lanzamiento: 24 de octubre de 2007;  Estado: Finalizada; impacto controlado en la superficie lunar el 1 de marzo de 2009. CNSA (Agencia Espacial Nacional China)

Chandrayaan-1, lanzamiento: 21 de octubre de 2008; Estado: Finalizada, la sonda dejó de funcionar el 28 de agosto de 2009. Agencia: ISRO (Organización India de Investigación Espacial)